La terapia de juegos o ludoterapia es una forma de psicoterapia que implica el uso de juegos no dirigidos para evaluar, prevenir y tratar problemas psicológicos. Esta técnica se usa con mayor frecuencia en niños de entre 3 y 11 años, pero también resulta útil en adultos y personas con discapacidad intelectual.
Por supuesto, esta práctica lúdica es especialmente eficaz para los niños porque son naturalmente expresivos y juguetones. A diferencia de las personas adultas, no necesitan aprender a jugar.
Una sesión típica de terapia de juegos comienza con una reunión con los padres del niño o la niña para discutir sus problemas. Sus progenitores pueden estar preocupados por un problema de comportamiento como la timidez, el comportamiento en el salón de clases o mojar la cama, incluso pueden querer ayudar a su hijo o hija a atravesar por un proceso de transición difícil como una mudanza o un divorcio.
Ahora, ¿por qué es tan efectiva esta herramienta de psicología infantil? ¿Qué tipos de actividades se realizan? El propósito de este artículo es precisar información relevante acerca de ludoterapia.
Los niños y niñas no suelen reunir las habilidades cognitivas y verbales para expresar sus problemas existenciales. La pérdida un familiar, por ejemplo, puede ser un evento con una alta carga de complejidad para ellos/ellas, de hecho, comúnmente les resulta muy complicado comunicar sus pensamientos y sentimientos con palabras.
El juego, por tanto, se erige como una manera práctica para ayudarlos a expresar los problemas que los perturban. Ya sea representando escenas, abordando problemas concretos o creando personajes que reflejan sus emociones.
Los niños y niñas normalmente comunican sus sentimientos a través del uso de juguetes. Un pequeño que ha perdido a un ser querido podría utilizar un muñeco para caracterizar a una persona deprimida que echa de menos a un familiar. O también, algún peque que han presenciado episodios de violencia doméstica, podría utilizar una casa de muñecas para escenificar a un niño escondido en el armario mientras mamá y papá discuten.
El caso es que con la terapia de juegos, la comunicación puede ser más fluida y tomar diferentes formas. Los niños pueden, de esta forma, liberar los sentimientos que yacen en lo más profundo de ellos y poner palabras, imágenes o gestos a sus problemas.
A través de la terapia de juegos podemos aprender a establecer otra forma de comunicación con nuestros pequeños, así como a comprender mejor su mundo y orientarlos de forma adecuada.
Ya sea que sufran ansiedad, problemas de conducta, emociones reprimidas o traumas, esta forma de psicoterapia ofrece las herramientas adecuadas para obtener información de los niños de una manera lúdica. Y es que al crear un ambiente de juego, los peques tienen toda la libertad para expresarse, además puede ayudarlos a:
Es importante destacar que, según el tipo de ludoterapia empleada, el/la terapeuta puede verse en la obligación de intervenir en distintas etapas del juego, con el propósito de abordar el problema.
La terapia de juegos se suele usar para ayudar a los niños y niñas a sobrellevar eventos estresantes de la vida, ya sea mudanzas, violencia doméstica hospitalizaciones, abuso físico y sexual, desastres naturales y duelos.
Ojo, también resulta muy útil para tratar enfermedades mentales o problemas de conducta. De hecho, estos son los problemas más abordados en la ludoterapia:
Existen varios tipos de terapia de juegos que incluyen la realización de actividades diferentes, como:
El juego es el lenguaje de los niños y niñas, por ende, representa el medio por el cual construyen el sentido del mundo. Es, de hecho, la mejor forma en que aprenden a expresar lo que les pasa, ayudándoles a desarrollar capacidades físicas, mentales, emocionales y sociales. Especialmente porque se crea un ambiente ligero y divertido.
Es sobre la base de estos elementos que podemos decir que, la terapia de juegos, utiliza las actividades lúdicas como un agente terapéutico capaz de producir efectos positivos en nuestros hijos.
