La rabia (emoción insana) es una reacción aprendida de la frustración que casi nunca sirve para ningún propósito y casi siempre tiene consecuencias no deseadas.
Todos los seres humanos experimentan alguna frustración cada día, es natural que los obstáculos interfieran nuestros planes y objetivos. No obstante, no es la presencia de la frustración lo que nos trastorna, sino nuestra actitud hacia ella.
Los niños y/o adolescentes que tienden a vivir cualquier impedimento u obstáculo en su camino como injusto, a menudo manifiestan rabia, están tan ocupados intentando que las cosas sigan su camino y que se haga justicia que se trastornan hasta el punto de ser incapaces de enfrentarse con la situación y resolver los conflictos de manera adecuada.
En este caso es importante aprender a ser más tolerante, cambiar la rabia por enfado o molestia lo que les permitirá ser más resolutivos y tener unas mejores habilidades para resolver los conflictos.