Psicología General Sanitaria Infantil y Juvenil.

EDUCACIÓN EMOCIONAL

EDUCAR LAS EMOCIONES

Todos los tratamientos que realizamos trabajan de forma transversal la educación de las emociones.

¿POR QUÉ?

Educar en la gestión de las emociones permite desarrollar competencias emocionales básicas para la vida y el desarrollo integral de la personalidad. Entrenar el “músculo emocional” nos permite estar en mejores condiciones para afrontar los retos de la vida y contribuye de forma significativa a la construcción del bienestar personal y social.

EMOCIONES SANAS Y EMOCIONES INSANAS

Cuando hablamos de las emociones enseñamos a nuestros niños, adolescentes y/o jóvenes que existen emociones sanas (emociones negativas que nos ayudan) y emociones insanas (emociones negativas que no nos ayudan). Entrenar el “músculo emocional” implica aprender a gestionar aquellas emociones negativas que no nos ayudan y que se manifiestan a través de conductas poco funcionales que no nos permiten conseguir nuestros objetivos y/o resolver los conflictos de forma satisfactoria.
Hay que enseñar que las emociones negativas forman parte de la vida y que son normales, por eso es importante entrenar y educar a nuestros hijos para que estén preparados para encontrarse con emociones que no les gustan pero que pueden aprender a convivir con ellas gestionarlas y cambiarlas por emociones más saludables que les aporten consecuencias más constructivas.
Las emociones insanas son clínicamente significativas cuando son intensas, frecuentes y duraderas.

¿QUÉ EMOCIONES NOS AYUDAN Y QUÉ NO?

ANSIEDAD/PÁNICO – INQUIETUD/POR

La inquietud, el miedo (emoción sana) son emociones que todos experimentan ante determinadas experiencias de la vida. Aparecen para hacer frente a una situación que su hijo percibe como una amenaza y le ayuda a afrontar las consecuencias negativas que puede producir. Es, por tanto, una reacción natural de alarma ante la percepción de un peligro potencial o de una pérdida de control sobre el entorno como por ejemplo hacer un examen, el momento de separarse de los padres, miedo a la oscuridad etc.

Sin embargo cuando esta inquietud y/o miedo se vive de manera excesivamente intensa o frecuente es cuando se experimenta la ansiedad o el pánico (emoción insana) el niño/a se bloquea, interfiere en la realización de las actividades de la vida diaria y disminuye su autonomía,
(constantes dolor de estómago cada vez que debe hacer un examen, dificultad para conciliar el sueño y/o dormir solo por miedo a la oscuridad etc.)

DEPRESIÓN-TRISTEZA

Sentir tristeza (emoción sana) es algo bastante normal y que en sí no nos indica un trastorno mental concreto. Sencillamente, constituye una reacción psicológica que se produce cuando nos hiere algo o cuando nos enfrentamos a determinadas circunstancias difíciles que se nos hacen una montaña. La tristeza constituye una emoción humana más, y ni es mala ni debe preocuparnos excesivamente de que en algún momento nuestros hijos se puedan sentir tristes. Podrían estar tristes si se discuten con un amigo, si deben renunciar a algún plan, o incluso, pueden sentirse de este modo sin que haya un motivo aparente, quizás debido a un cambio hormonal oa un estado de ánimo bajo de un día concreto (sobre todo en la adolescencia).

En cambio, cuando la intensidad de esta tristeza aumenta y se convierte en una sensación de malestar y inquietud permanente es cuando nos sentimos deprimidos (emoción insana). En estos momentos este sentimiento de depresión puede paralizar a sus hijos mostrando comportamientos poco funcionales que interfieran en su día a día.

RABIA/IRA- ENFADO/MOLESTIA

La rabia (emoción insana) es una reacción aprendida de la frustración que casi nunca sirve para ningún propósito y casi siempre tiene consecuencias no deseadas.

Todos los seres humanos experimentan alguna frustración todos los días, es natural que los obstáculos interfieran nuestros planes y objetivos. Sin embargo no es la presencia de la frustración lo que nos trastorna, sino nuestra actitud hacia ella. Los niños y/o adolescentes que tienden a vivir cualquier impedimento u obstáculo en su camino como injusto, a menudo manifiestan rabia, están tan ocupados intentando que las cosas sigan su camino y que se haga justicia que se trastornan hasta el punto de ser incapaces de enfrentarse con la situación y resolver los conflictos de forma adecuada.

En este caso es importante aprender a ser más tolerante, cambiar la rabia por enojo o molestia lo que les permitirá ser más resolutivos y tener unas mejores habilidades para resolver los conflictos.

VERGÜENZA-INQUIETUD

La vergüenza (emoción insana) es un sentimiento que puede aparecer por una humillación recibida, por timidez, inseguridad, miedo al ridículo, también puede aparecer cuando se transgreden las normas sociales o familiares. Su expresión suele acompañarse de signos físicos y de actitudes, como pueden ser los sofocos, un enrojecimiento de mejillas o una actitud postural con la mirada dirigida hacia abajo.

La vergüenza tiende a bloquearnos  huyendo de situaciones que sus hijos pueden vivir como realmente incómodas. Es importante reeducar esta emoción para fomentar estrategias de afrontamiento.

CULPA-PENA/ARREPENTIMIENTO

La culpa (emoción insana) puede aparecer en nuestros hijos cuando pierden confianza en sí mismos y tienden a autodevaluarse (soy malo, no hacerse nada..) es importante aprender a gestionar esta emoción para reducir la intensidad y ayudarles a que mejore su autoaceptación.

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