Psicología General Sanitaria Infantil y Juvenil.

PSICOLOGÍA EN LA ADOLESCENCIA

PSICOLOGÍA Y ADOLESCENTES

La adolescencia es una etapa de cambios que viene marcada por el proceso de transformación de niño a adulto, es una etapa de descubrimiento de la propia identidad, así como  de autonomía individual.  A los padres nos genera muchas dudas, ya que es una etapa asociada al conflicto y la rebeldía.

Sus protagonistas son jóvenes que todavía no son adultos, pero tampoco niños. Las emociones se viven con mucha intensidad y la confusión suele ser habitual.

Es un momento en el que pueden aparecer dificultades relacionadas con la adaptación a la nueva etapa generando problemas en la dinámica familiar, escolar, social y con la propia imagen corporal.

Por eso, cuando los adolescentes presentan dificultades que ni ellos ni los padres saben cómo gestionar y afrontar, es recomendable pedir ayuda profesional. Actuar con la mayor prevención posible es esencial para resolver la mayoría de las dificultades.

Problemas más frecuentes en los adolescentes

GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

Al ser una etapa donde todo se vive de manera muy intensa y explosiva, las emociones están a “flor de piel”. Un adolescente puede explotar de manera exagerada cuando se enoja o llora desconsoladamente ante cualquier cosa que a los padres nos puede parecer “ insignificante" y esto  nos confunde y rebosa.

Por eso el acompañamiento terapéutico en estos momentos se centra en ayudarles a reconocer lo que sienten y encontrar una vía más saludable de expresión y gestión de sus emociones, así como de orientación a los padres.

DIFICULTADES RELACIONADAS CON LOS CAMBIOS CORPORALES

Los cambios en el cuerpo en esta etapa son muy rápidos. Pueden aparecer dificultades a la hora de #039;integrarlos y aceptarlos. 

La aceptación de sus iguales es crucial en esta etapa, problemas con la propia imagen corporal puede interferir en sus relaciones sociales. Por eso es muy importante trabajar la AUTOACCEPTACIÓN de #039; ellos mismos y desarrollar una autoestima positiva.

AUTOESTIMA YI AUTOACCEPTACIÓN

La aceptación de uno mismo es muy importante ya que este es el motor para tener una vida plena y saludable.

En la adolescencia la baja autoestima y la no autoaceptación se manifiesta a través de diferentes comportamientos y/o sentimientos como la timidez, el miedo, la angustia, la tristeza, la inseguridad, la #039;excesiva dependencia de la #03 a no realizar alguna actividad académica, deportiva o social por miedo al fracaso y/o al rechazo, así como mentir y culpar a los demás de sus errores y mostrar conductas agresivas.

El adolescente con una buena autoaceptación de sí mismo muestra deseo de superación, afronta retos, se responsabiliza de sus actos, muestra confianza en sí mismo y sus capacidades y establece interacciones positivas con los demás.

Es muy importante detectar los síntomas y valorar la percepción que el adolescente tiene de sus vivencias y experiencias en relación con los diferentes ámbitos: académico, social, familiar y de sí mismo.

Intervenir lo antes posible hará que como padres podamos ayudar a nuestros hijos a desarrollar un buen concepto de ellos mismos.

DIFICULTADES EN LAS RELACIONES SOCIALES

En esta etapa, la relación con sus iguales ocupa un lugar fundamental en el bienestar de los adolescentes. En ocasiones encuentran dificultades en la relación con los demás y viven las relaciones con mucha inseguridad.

Pueden pensar que no encajan, que no encuentran a personas que compartan los mismos intereses y aparecen, también, los miedos más sociales: miedo al rechazo, miedo a quedarse solo o el miedo a hacer el ridículo, lo que pueden vivir con mucha tristeza.

Por eso el proceso terapéutico les ayuda a gestionar mejor estas emociones y adquirir más seguridad ya tomar decisiones en relación con lo que quieren y lo que es positivo para ellos en el ámbito relacional.

DEPRESIÓN

La sintomatología depresiva puede venir determinada por la interacción de distintos factores tanto biológicos, genéticos, sociales como familiares.

La tristeza en los adolescentes puede manifestarse a través de múltiples síntomas que pueden enmascarar una disfunción en su desarrollo psicoemocional.

Aunque a menudo los cambios en el estado de ánimo los podemos considerar normales como consecuencia de todos los cambios hormonales que sufren, es necesario realizar una buena exploración para poder determinar el origen de la inestabilidad emocional.

Síntomas de alerta:

• Cambios bruscos en el estado de #039 ánimo.

• Irritabilidad (s'enfada fácilmente).

• hipersensibilidades (llora con facilidad).

• A menudo realiza atribuciones negativas de sí mismo/a (soy inútil, no sirvo para nada, nunca me sale nada bien).

• Expresa deseos de muerte.

• Tentativas de suicidio.

Manifiesta conductas agresivas (se pelea a menudo, no tiene respeto a la autoridad etc.)

• Presenta alteraciones en el sueño (dificultades para conciliar el sueño, le cuesta despertarse por la mañana, insomnio o exceso de sueño).

• S'observan cambios en el rendimiento escolar (dificultades de atención, disminuye  el esfuerzo habitual para realizar las tareas, pérdida de interés)

• Deterioro de las relaciones interpersonales (se muestra menos simpático, disminuye la participación en los distintos grupos sociales, deterioro de la relación con los demás, aislamiento).

• Somatizaciones físicas (dolor de estómago, dolor de cabeza).

• Pérdida de la energía habitual (se muestra más cansado/a, no muestra interés por realizar actividades).

• Disminución del apetito.

ANSIEDAD

La ansiedad es una sensación que nos advierte sobre las amenazas y nos lleva a tomar medidas. Muchos adolescentes pueden gestionar el estrés, e incluso puede parecerles estimulante. Pero para otros el estrés se acumula y se transforma en ansiedad causando graves problemas en su vida diaria.

En la ansiedad podemos hablar de señales físicas, emocionales y conductuales.

Señales Físicas

-Se queja con frecuencia de dolores de cabeza o de estómago sin razón médica.

-Sudoración, Palpitaciones en el corazón, sensación de ahogo, temblores en situaciones que interpreta como intimidantes.

-Cambia repentinamente sus hábitos alimenticios.

-Está inquieto, agitado, hiperactivo o distraído

-Tensa los músculos constantemente.

-Le cuesta dormirse o permanecer dormido.

Señales Emocionales

-Llora a menudo.

-Se enoja o molesta sin razón aparente.

-Le da miedo cometer errores, incluso pequeños.

-Muestra un alto nivel de perfeccionismo.

-Siente mucha ansiedad cuando debe hacer un examen y/o exposición oral.

-Duda de sus habilidades y capacidades, aunque no haya razón para ello.

-No acepta la crítica, aunque sea constructiva.

-Muestra excesiva vergüenza, miedo y/o ansiedad social. Excesiva preocupación sobre lo que los demás pueden pensar de ellos.

– Le preocupan cosas del futuro lejano.

-Tiene pensamientos obsesivos o preocupaciones sobre cosas que podrían suceder o temas molestos.

Señales de comportamiento

La respuesta por excelencia de la ansiedad es EVITAR y HUIR, una respuesta que, aunque a priori parece que calma la ansiedad en realidad lo que hace es alimentarla y empeorarla.

Podemos observar respuestas como:

-Evita participar en clase

-Se queda en silencio o se muestra preocupado cuando debe trabajar con sus compañeros.

-Se niega a ir al instituto

-Evita situaciones sociales con sus compañeros

-Se niega a hablar con sus compañeros o con desconocidos en tiendas, restaurantes, etc.

– Deja de realizar actividades que le gustaban

– Busca constantemente aprobación de sus padres, maestros y amigos

– Se bloquea cuando debe realizar un examen

– Busca excusas para no realizar una presentación

Aunque la tendencia de la ansiedad es evitar lo que provoca malestar, en algunas ocasiones podemos encontrar justamente lo contrario, una conducta repetitiva con la objetivo de calmar la ansiedad, lo que también genera el efecto contrario. En este caso podemos observar comportamientos como:

-Estudiar demasiadas horas por miedo a no estar preparado/a

-Comprobación excesiva de las tareas para buscar la seguridad de que son correctas

-Pérdida de tiempo en comprobaciones innecesarias

-Muestra conductas compulsivas, cómo lavarse las manos o arreglar cosas

PERFECCIONISMO E INSEGURIDAD

A veces podemos pensar que ser perfeccionista es una cualidad cuando en realidad es una debilidad de nuestra manera de ser. El perfeccionismo está relacionado con la ansiedad y la autodesvalorización. 

Los adolescentes perfeccionistas a menudo se exigen tanto  que no se permiten cometer ningún error. En relación tienen mucho miedo a equivocarse. Esto hace que aparezcan inseguridades ya la hora de realizar una tarea inviertan mucho tiempo por miedo a no dejarse nada, les cuesta distinguir entre lo que es importante y lo que no, necesitan tener tanto control de la situación que en realidad se descontrolan , hace que no sean resolutivos, se bloqueen, pierdan el tiempo eviten o pospongan el trabajo por inseguridad de hacerlo mal.

Es importante dar herramientas para que aprendan a disminuir su nivel de autoexigencia y afronten sus errores de una manera más saludable.

ACOSO ESCOLAR

En toda relación es normal que aparezcan conflictos como contraposición de intereses, y cuando estas situaciones se dan no son malas en sí mismas si se saben gestionar bien.

Es importante diferenciar entre los conceptos de violencia escolar y abuso escolar. En el primer caso los episodios de violencia son esporádicos, mientras que cuando hablamos de abuso escolar la victimización se produce durante un período de tiempo prolongado, la intensidad es diaria y se caracteriza por la desigualdad de fuerzas entre el abusador y la víctima.

Se considera acoso entre escolares en las conductas de maltrato y victimización entre iguales. Se trata de una violencia que se va instalando poco a poco, basada en insultos, amenazas y/o mensajes, ya sea con el móvil, el correo electrónico, en la agenda, en la mesa, en la pizarra de clase o en cualquier otro medio.

Se realiza de forma muy sutil, escondiéndose de los adultos. Es como una persecución física y/o psicológica que realiza un alumno/a contra otro, víctima de repetidos ataques.

Estas acciones repetidas, negativas e intencionadas sitúan a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir sola, ya que sus efectos provocan un descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos.

No se trata de conductas organizadas, en las que se busca la confrontación, ni actos de vandalismo y violencia que se pueden manifestar en el entorno escolar, sino que se llevan a cabo dentro de las relaciones observables del instituto, escondidas casi siempre de #039 ;adultos, pero conocidas por el resto de compañeros.

SEÑALES D'ALERTA

-Fracaso escolar y/o bajada en el rendimiento académico

-Niveles altos de ansiedad

-Bajo estado de #039;ánimo

-Somatizaciones (dolores de cabeza, dolores de estómago…)

-Rechazo a ir a la

-Aislamiento

-Sufren pesadillas

-Dificultades para dormir

-Pérdida del apetito

ACTUACIÓN E INTERVENCIÓN

Sin duda, el tratamiento psicológico en estos casos es fundamental.

La intervención en situaciones de #039; acoso escolar se lleva a cabo en diferentes ámbitos: a nivel individual (víctima y agresor) a nivel de #039; aula (grupo clase) y con las familias.

A nivel individual es importante realizar un trabajo basado en la educación emocional, resolución de conflictos y habilidades sociales. El objetivo es aportar estrategias para que tanto la víctima como el agresor adquieran los recursos necesarios que les hagan conscientes de sus conductas, de los efectos que producen en los demás y asuman habilidades para afrontar y gestionar los conflictos.

GESTIÓN DEL TIEMPO D'ESTUDIO. MI HIJO LO DEJA TODO POR EL ULTIMO MOMENTO. LA PROCRASTINACIÓN.

Cómo llegar a acuerdos entre el tiempo de estudio y el tiempo libre, es algo que preocupa a muchos padres. Los adolescentes viven con mucha frustración las limitaciones de su tiempo libre.

En este caso es importante trabajar tanto con la familia para aprender a establecer límites y pactar acuerdos de una manera saludable así como dar herramientas al adolescente para que aprenda a gestionar mejor su tiempo de estudio.

LA SITUACIÓN DE PANDEMIA QUE ESTAMOS VIVIENDO COVID-19

La adolescencia es una etapa complicada de por sí y la pandemia del coronavirus (COVID-19) puede hacerla aún más difícil.

Los cambios en las rutinas, el cierre, la no socialización pueden generar en muchos adolescentes ansiedad y dificultades para gestionar la nueva realidad.

Por eso es importante ayudarles y proporcionar estrategias que les permitan gestionar sus emociones de forma saludable.

EDUCACIÓN SEXUAL Y AFECTIVA

La adolescencia es una etapa llena de curiosidad y necesidad de experimentar.

Con los cambios corporales y las hormonas revolucionadas la sexualidad y las relaciones afectivas comienzan a tomar protagonismo en la vida de nuestros adolescentes. Por eso es importante fomentar una buena educación sexual y afectiva a nuestros hijos.

En este caso la intervención se centra tanto en los padres que no saben cómo enfocar el tema de la educación sexual y afectiva con sus hijos, como con los propios adolescentes para que puedan encontrar respuestas a todas sus preguntas e inquietudes.

TECNOLOGÍA Y REDES SOCIALES

En los últimos años el uso y abuso de las nuevas tecnologías y redes sociales, internet, telefonía móvil, videojuegos y televisión se han instalado de forma rápida en nuestras vidas.

Las nuevas tecnologías pueden tener un gran potencial educativo y comunicativo, pero su uso inadecuado o abusivo puede generar importantes consecuencias negativas para nuestros adolescentes.

La adicción a estas tecnologías y/o redes sociales se caracterizan por la incapacidad de controlar su uso dando lugar a la #039;aparición de importantes consecuencias negativas que interfieren en su vida diaria (aislamiento social, bajo rendimiento académico, conductas agresivas cuando no se consigue el objetivo del juego etc.).

La adolescencia es una etapa muy vulnerable a poder desarrollar conductas de riesgo relacionadas con internet y las nuevas tecnologías. Es una edad que se caracteriza por tener dificultades a la hora de medir los riesgos, tienen la falsa sensación de invulnerabilidad, muchas ganas de socializar y también la necesidad de intimidad.

Las redes sociales e internet posibilitan al adolescente obtener una respuesta y recompensa inmediata, así como la participación en diferentes actividades, recursos que tienen un gran atractivo y una fuerte carga emocional.

Los problemas asociados a las nuevas tecnologías que con mayor frecuencia afectan a los jóvenes están relacionados con el uso desmedido de éstas y con problemas de seguridad personal.

Algunos de los problemas más frecuentes:

– Problema en la gestión del tiempo. Las horas frente a las pantallas y/o los videojuegos hace que pierdan la noción del tiempo dejando de lado sus obligaciones personales y académicas.

– Respuestas agresivas cuando pierden. Conflictos con los padres en la hora de poner fin a la partida o uso de móvil, tableta etc.

- Falta de privacidad y uso indebido de datos personales. Los adolescentes suelen utilizar las nuevas tecnologías sin tomar las necesarias precauciones de seguridad poniendo en riesgo su intimidad e información personal.

– Exceso de información e información inapropiada.

- Aislamiento social.

– Uso inadecuado. Nuevas vías para el acoso: “Ciberbullying" (acoso llevado a cabo utilizando las nuevas tecnologías y “Grooming", (acoso online llevado a cabo por un adulto con el fin de ganarse la amistad de un menor para abusar sexualmente de él incitando a enviar fotografías y/o vídeos de tipo sexual.

– Trastornos del sueño y de la alimentación.

– Adicción a las nuevas tecnologías. Manifestando grandes dosis de ansiedad si no pueden hacer uso de ella.

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