Psicología General Sanitaria Infantil y Juvenil.

Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida

Como padre o madre, no nos extrañaría que te estés preguntando cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida. La paternidad no es una tarea fácil. Podemos decir, incluso, que ser mamá o papá supone un viaje cargado de retos continuos y más teniendo en cuenta que no somos perfectos.

En otras palabras, no existe un manual universal sobre cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida. La relación y el acompañamiento con tu primogénito es algo que se cultiva día tras día, pero algunas prácticas pueden fortalecer el ejercicio diario de la ma/paternidad.

El hecho es que ser progenitor significa acompañar a otro ser humano desde que nace hasta que es adulto. Toda esta práctica, traza un camino lleno de alegrías, risas y satisfacciones durante el cual muchas veces te encuentras con momentos de cansancio y frustración. Eso sí, cada situación y relación es única.

Desde Montse Busquets profundizaremos más acerca del acompañamiento que debemos brindarle a nuestros peques en sus primeros años de vida.

Consejos sobre cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida

El apoyo en los primeros años del ciclo vital de nuestros hijos e hijas es fundamental para el desarrollo de ellos/ellas. Ya que el aprendizaje se facilita con un acompañamiento seguro y estimulante.

Tal vez no suene muy complicado, pero saber cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida no es una información de la que todos los progenitores tengamos dominio. A continuación pondremos en relieve algunos comportamientos que debemos poner en práctica mientras acompañemos a nuestros primogénitos:

  • Acompañar con efecto

Cualquier enfoque violento, dirigido a herir, humillar, causar miedo o terror, está condenado al fracaso. Los golpes, amenazas, humillaciones son castigos con efectos contraproducentes durante el acompañamiento positivo de nuestros peques.

Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida demanda afecto y respeto, ya que cuando un niño es golpeado cambia de comportamiento y puede adoptar una actitud de rechazo hacia sus padres. Perdemos, además, la oportunidad de hacer reflexionar al peque sobre la conducta indeseada, incluso, no sentirá culpa ni remordimiento. Por el contrario, estará enfadado con sus progenitores.

Al acompañar con golpes y gritos nos arriesgamos a enseñarle a nuestro hijo o hija que los adultos no tenemos otra estrategia para educar que infligir dolor físico a alguien más débil e indefenso. ¿Es este el mensaje que deseáis transmitir como padres?

  • Jugar

Crear momentos divertidos es muy importante durante la compañía, de este modo forjar una relación más cercana y sólida con nuestros hijos e hijas. Así que diviértanse juntos, al fin y al cabo, son las experiencias que generan lazos afectivos con otras personas, y en el caso de los hijos no es la excepción.

Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida

  • Avanzar y redirigir

Todos los niños se portan mal en algún momento y en una situación de distanciamiento, pueden ser más reactivos que de costumbre. Una respuesta molesta de tu hijo o hija, que suele ser siempre educada, puede considerarse como una advertencia de que el acompañamiento que le estamos brindando no es el más adecuado.

Presta atención a estos signos y está muy pendiente de notar cambios de humor en tu hijo y hazle algunas preguntas iniciales, por ejemplo, ¿tienes hambre? ¿Sueño? ¿Cansancio? ¿Ha pasado algo con algún amigo? Luego procura ofrecer soluciones hasta redirigir el tema hacia cosas productivas.

Puedes distraer a los más pequeños con un cuento, cantando una canción juntos o llegando a la habitación con un juego nuevo

  • Saber disculparse

Hasta los progenitores más pacientes pueden molestarse por una acción de sus hijos. Por mucho que intentemos brindar afecto y hacer lo mejor posible en la crianza, habrá momentos en los que reaccionaremos de forma instintiva, inmadura y, a veces, dura. Todo ello es normal, pero es útil recordar que siempre podemos arreglarlo.

Después que la tensión ha bajado, disculparnos por levantar la voz o por emplear palabras desagradables es una acción importante. Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida también implica, por tanto, saber disculparse para que el pequeño aprenda la habilidad de sentir y comunicar su sentimiento de culpa, un aspecto clave para construir relaciones sólidas.

Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida

  • Ser empático

Cada niño y cada relación padre-hijo es única, pero el primer paso para proporcionarle una disciplina eficaz se basa en la capacidad de conectar con las emociones del pequeño. Ello significa reconocer sus emociones, a través de señales no verbales como el contacto físico, la expresión facial y escuchar sin juzgar (aunque a veces algunas acciones de vuestro hijo suela irritar o disgustar).

Crear un clima y una conexión empática debe ir de la mano con la construcción de una relación afectiva basada en el respeto mutuo y la responsabilidad personal. A medida que crecen, de hecho, los niños y niñas necesitan establecer acuerdos para saber qué esperar de mamá y papá, sin embargo, es poco probable que cooperen, si sus padres no practican la empatía con ellos.

  • Elogia las acciones positivas

En ocasiones, cuando acompañamos a nuestros hijos e hijas nos enfocamos más en sus conductas negativas que en sus esfuerzos o en sus logros. Centrarnos en sus comportamientos inadecuados, puede hacer que los peques interpreten estas acciones como una forma de atraer nuestra atención, en lugar de anularlas.

Los elogios son un recurso de aprendizaje bastante efectivo en los niños. Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida engloba una serie de acciones que busquen hacerlo sentir amado y especial, por lo que los cumplidos y los premios representan una buena forma de fomentar la adquisición de conductas positivas.

Conclusiones

Cómo acompañar a tu hijo en sus primeros años de vida puede ser un gran enigma para los progenitores que tuvieron padres y madres ausentes durante su infancia. Sobre todo porque no son capaces de identificar qué conductas son las que deben evitarse durante el acompañamiento de los peques.

Si crees que la compañía que estás brindando a tu hijo no es la más correcta, date un tiempo para reflexionar, de hecho, puedes solicitar ayuda profesional para que te guíe en este viaje. Pedir ayuda o un enfrentamiento no es un acto de debilidad, sino de profunda conciencia.

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