Conocer algunos ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil puede ayudarnos a comprender mejor los efectos enriquecedores del elogio y la recompensa en los más pequeños de la casa. Y es que esta técnica es fundamental para valorar el esfuerzo y los logros de nuestros hijos e hijas y, así abrir camino a la repetición de aquellos comportamientos que queremos que realicen. Además, permite la enseñanza de principios que son esenciales para mejorar las relaciones sociales.
El ejercicio del refuerzo positivo puede parecer algo simple, pero es determinante para ayudar a nuestros hijos a adoptar conductas adecuadas. Consiste en añadir estímulos compensadores luego de que el pequeño haya ejecutado un comportamiento adecuado con el propósito de que lo vuelva a realizar a futuro. Es decir, premiarlos con muestras de afecto y palabras motivadoras para animarlo a seguir ese hilo conductual.
Seguro ya habéis entendido de qué trata este tipo de reforzamiento. Sin embargo, en este post compartiremos algunos ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil que os despejará el panorama y os permitirá entender a fondo cómo debéis actuar para que los niños y niñas reduzcan las conductas indeseadas.
En términos de condicionamiento operante, cuando los resultados son óptimos, la recompensa se genera después de la acción para potenciar la respuesta que se obtuvo. Suena más complicado ¿Verdad? En la práctica es mucho más sencillo de lo que parece, incluso también podemos usar el recurso del elogio verbal mientras la conducta se desarrolla. A continuación veamos siete ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil:
Cuando los niños terminan de jugar hay que animarlos a recoger sus artilugios de recreación con algunas palabras de elogio para motivarlos. Las recompensas verbales deben tener cabida en los momentos que están ejecutando la acción que deseamos. La aplicación constante de esta técnica tendrá resultados a largo plazo. Es decir, que con el tiempo nuestro hijo o hija guardará sus juguetes sin que se lo pidamos.
Muchas veces libramos una “guerra” con nuestros hijos e hijas para que coman. Uno de los mejores ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil en estos casos y que nos ayuda en la Educación Emocional, es motivarlos a comerse un último bocado, independientemente de que no quieran más.
En ocasiones cometemos el error de ofrecerle el postre a cambio de que se coman todo. Y es que este recurso tal vez termine estresando al niño y coma con prisa, algo que puede generarle problemas de digestión. En fin, lo más recomendable es animarlo en el momento en el que se esfuerce para comer. ¿Cómo? Con elogios verbales: “Vamos, hija, tu puedes comer todo”.
Si nuestro peque se sienta realizar sus deberes escolares sin que se lo digamos, tenemos que emplear una vez más el refuerzo positivo de forma verbal. Es importante incentivarlo para que repita este comportamiento. Usar freses como “Lo estás haciendo excelente” o “¡Gran trabajo, me encanta lo que estás haciendo!”, lo hará experimentar emociones muy gratas.
Existen muchos ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil para estos momentos, de hecho es posible que te recomienden decir “Qué inteligente eres”, “Aprendes bastante rápido”. No está mal usarlas, pero no son tan eficaces porque nos estamos centrando en el proceso de cumplir con sus tareas, no en los resultados.
El logro de una meta es muy importante, pero el camino a seguir y el esfuerzo empleado para alcanzarlo tiene más importancia. Los niños no siempre logran el objetivo en sus primeros intentos, pero si se están esforzando hay que valorarlo como si fuera una hazaña. Por supuesto, el reforzamiento positivo será de mucha ayuda para que continúen esforzándose y no se rindan hasta conseguir lo que queremos.
¿Qué cosas no debemos hacer durante el proceso? Decirle cosas como “Eres el mejor”. Este método de compensación resulta contraproducente porque el niño o la niña puede llegar a comparar los resultados con otros compañeros/as. Y al darse cuenta que no destacó como ellos/as, las consecuencias podrían traducirse en baja autoestima y frustración.
En nuestra exposición de ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil no puede faltar el recurso más básico de todos: elogiar a nuestros hijos e hijas después de realizar el comportamiento deseado. Además, muchas veces es importante reforzar otras conductas previas que conduzcan a la meta.
Si la meta es que haga las tareas por sí solo, podemos recurrir a la recompensa verbal desde el momento en que busca sus implementos escolares. Luego podemos seguir con los elogios verbales, ya sea al iniciar, al ver que se está esforzando hasta que finalmente se logra el objetivo. Los regaños constantes no son necesarios para que realice cierta actividad.
Quizá lo hemos repetido en cada uno de los ejemplos de Refuerzo Positivo Infantil, pero enfocarnos solo en los resultados no ayudará a nuestros peques a adquirir conductas apropiadas. Valorar el esfuerzo es muchísimo más importante.
Recordemos que ellos y ellas no siempre alcanzan la meta en un primer momento y equivocarse también les permite aprender. Además, no siempre es suficiente con animarlo verbalmente, también hay que celebrar su dedicación con un paseo o una salida: “Hoy vamos al cine porque te estás esforzando bastante”, “Salgamos a jugar fútbol (o su deporte favorito”, etc.
Para lograr que el reforzamiento positivo sea eficaz debemos empezar por aceptar que nuestros hijos e hijas no son perfectos. Por tanto, comenten errores y una recompensa también puede ser darles una oportunidad a que corrijan. Claro está, es necesario que programemos nuestra mente y no dejarnos llevar por el enojo cuando vemos que hacen lo contrario a lo que queremos.
El castigo solo reprime y no da oportunidades. Pero aun sabiendo esto, se requiere de mucha práctica y cada uno de los ejemplos de Refuerzo Positivo planteados en este post, posiblemente os sean de mucha ayuda para ver resultados a largo plazo. En conclusión, papá, mamá, la clave está en la práctica.
